La Arquidiócesis de Barranquilla ha marcado un momento trascendental en su historia con la ordenación de dos nuevos obispos: Monseñor Dimas Antonio Acuña Jiménez y Monseñor Edgar Jesús Mejía Orozco. La solemne ceremonia, que se llevó a cabo el 1 de agosto de 2024 en la Catedral Metropolitana de Barranquilla, ha sido un evento de gran significado espiritual y comunitario para la Iglesia en Colombia.
La ceremonia de ordenación de los nuevos obispos, un testimonio de Fe y Compromiso
El pasado sábado 27 de julio de 2024, la Catedral Metropolitana de Barranquilla se llenó de fieles, representantes de la comunidad eclesial y dignatarios para celebrar la ordenación episcopal de Monseñor Dimas Antonio Acuña Jiménez y Monseñor Edgar Jesús Mejía Orozco. La ceremonia fue presidida por el arzobispo de Barranquilla, monseñor Pablo Emiro Salas Anteliz, quien destacó la importancia de este acontecimiento en la vida de la Iglesia.
La misa de ordenación, que comenzó a las 10:00 a.m., estuvo cargada de simbolismo y emoción. El rito de ordenación incluyó la imposición de manos, una tradición sagrada que representa la transmisión del poder espiritual de los apóstoles a los nuevos obispos. Los cantos litúrgicos y las oraciones comunitarias añadieron un tono solemne y festivo a la celebración, reflejando la alegría y el compromiso de la comunidad cristiana.
La celebración tuvo la presencia del eminentísimo Cardenal Rubén Salazar Gómez, Monseñor Jairo Jaramillo Monsalve, Monseñor José Bacci Trespalacios, además la presencia de más obispos, sacerdotes, diáconos y la iglesia de Barranquilla.
Palabras de Monseñor Dimas Antonio Acuña Jiménez
Monseñor Dimas Antonio Acuña Jiménez, recién nombrado obispo de la Diócesis del Banco, compartió unas conmovedoras palabras durante su discurso post-ordenación. Con profunda gratitud, Monseñor Acuña agradeció a Dios por el don del ministerio episcopal y a todos aquellos que han sido parte de su camino vocacional.
En su discurso, Monseñor Acuña reflexionó sobre la importancia de la meditación en la vida espiritual y en la interpretación de los signos divinos en la historia.
Citando ejemplos bíblicos como San José y Moisés, subrayó cómo los acontecimientos cotidianos pueden ser leídos como signos de la presencia y acción de Dios en nuestras vidas. Destacó la necesidad de una profunda lectura espiritual para descubrir el significado divino en los eventos de la vida.
Monseñor Acuña también expresó su agradecimiento a sus formadores, en particular a los padres eudistas, que lo guiaron en su camino vocacional. Agradeció a sus padres, Julián Eduardo Acuña y Duby Cecilia Jiménez, por su fe y su amor a la providencia divina. También reconoció el apoyo de sus hermanos sacerdotes del clero de la Arquidiócesis de Barranquilla y de todas las parroquias donde ha servido.
Reflexiones de Monseñor Edgar Jesús Mejía Orozco
Monseñor Edgar Jesús Mejía Orozco, quien ha sido designado como obispo auxiliar de Barranquilla, ofreció un discurso igualmente emotivo. Compartió cómo, desde su infancia en el barrio El Santuario de Barranquilla, Dios ha guiado su vida y vocación. Expresó su humildad y agradecimiento por el llamado al episcopado, destacando que su ordenación es un testimonio de la confianza divina en lo que él considera como un “siervo inútil.”
En su discurso, Monseñor Mejía agradeció a sus padres, Raimundo y Ana Rosa, por cultivar en él el germen de la vocación sacerdotal. También expresó su gratitud a sus amigos, formadores y a la familia eclesial que lo ha acompañado en su camino. Mencionó con cariño a sus mentores, incluidos los cardenales Rubén Salazar, Jairo Jaramillo y Monseñor Pablo Salas, quienes han sido fundamentales en su formación y desarrollo espiritual.
Monseñor Mejía destacó el papel crucial de la familia sacerdotal y la importancia de los sacerdotes que ya han partido, como el padre Marcos Col. Su gratitud se extendió a las comunidades parroquiales donde ha servido, agradeciendo a cada una por su apoyo y amor en su ministerio.
Mensaje de la Conferencia Episcopal de Colombia
Durante la ceremonia, el Padre Jaime Marenco, siguiendo las indicaciones del Arzobispo de Barranquilla, Monseñor Pablo Salas, leyó un mensaje de la Conferencia Episcopal de Colombia dirigido a los nuevos obispos. El mensaje resaltó que la ordenación es un momento de gran importancia, ya que marca la entrada de Monseñor Acuña y Monseñor Mejía en el colegio episcopal, sucediendo a los apóstoles en su misión pastoral.
El mensaje también subrayó la responsabilidad de los nuevos obispos de estar cerca del pueblo de Dios, fortalecer la fe, la esperanza y la caridad. Citó al Papa Francisco y a San Pablo, recordando que el episcopado es una hermosa obra que requiere un compromiso total con la Iglesia y el testimonio de vida.
La iglesia llena de júbilo
La ordenación de Monseñor Dimas Antonio Acuña Jiménez y Monseñor Edgar Jesús Mejía Orozco llega en un momento significativo para la Arquidiócesis de Barranquilla y la Diócesis del Banco. Ambos obispos asumirán importantes responsabilidades en sus respectivas diócesis, enfrentando desafíos y oportunidades en su ministerio.
La comunidad eclesial y los fieles esperan con entusiasmo las contribuciones de los nuevos obispos, quienes asumirán sus roles con un profundo sentido de misión y servicio. La ordenación marca el inicio de un nuevo capítulo en la vida de la Iglesia en Colombia, con la esperanza de un futuro lleno de fe y renovación espiritual.
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