El Banco de Alimentos del Secretariado de Pastoral Social de la Arquidiócesis de Barranquilla celebra 22 años de una ardua y exitosa labor en la lucha contra el hambre en el departamento del Atlántico. Este aniversario no solo marca un hito en la trayectoria de la institución, sino que también resalta el compromiso continuo de sus aliados, contribuyentes y voluntarios que han hecho posible este proyecto humanitario. En una ceremonia conmemorativa, el director del banco, el padre Johan Acendra de Oro, ofreció palabras de aliento para seguir adelante con esta misión vital.
Historia y fundamentos del banco de alimentos
El Banco de Alimentos de Barranquilla se inauguró oficialmente el 7 de julio de 2002 en las instalaciones de Gran Abastos, gracias al respaldo inicial de Coca-Cola, Almacenes Ley y Fundación Éxito. Este proyecto fue lanzado en conmemoración del 70º aniversario de la Arquidiócesis de Barranquilla, bajo la dirección de Monseñor Rubén Salazar y el Padre Edgar Llanos, quien era el director de la Pastoral Social en ese momento. La primera bodega del banco se estableció en Gran Abastos, marcando el comienzo de una misión que ha perdurado y crecido significativamente en las últimas dos décadas.
Impacto en la comunidad
En estos 22 años, el Banco Arquidiocesano de Alimentos ha tenido un impacto profundo y positivo en la comunidad del Atlántico. Ha proporcionado alimentos a miles de familias en situación de vulnerabilidad, contribuyendo a mejorar su calidad de vida y reducir el hambre en la región. Además, el banco ha obtenido diversos reconocimientos y certificaciones que avalan su compromiso y eficacia en la distribución de alimentos.
Las estadísticas muestran que, desde su creación, el banco ha rescatado y distribuido miles de toneladas de alimentos que, de otro modo, habrían sido desperdiciados. Este esfuerzo no solo ayuda a combatir el hambre, sino que también promueve la sostenibilidad ambiental al reducir el desperdicio de alimentos.
El trabajo del Banco de Alimentos no ha pasado desapercibido. Diversas organizaciones y entidades han reconocido su labor. Entre estos, destacan las certificaciones de calidad y sostenibilidad otorgadas por organizaciones nacionales e internacionales. Estos reconocimientos no solo validan el trabajo realizado, sino que también inspiran a continuar con esta misión.
El éxito del Banco de Alimentos no sería posible sin la dedicación de sus voluntarios y la colaboración de sus aliados. Las empresas y organizaciones que han apoyado esta causa a lo largo de los años han sido vitales para su sostenibilidad y crecimiento. La Fundación Éxito, por ejemplo, ha sido una aliada clave desde los inicios del banco, aportando recursos y apoyo logístico.
Celebración del 22º Aniversario
La celebración del 22º aniversario del Banco de Alimentos fue un momento de reflexión y gratitud. En una ceremonia especial, el padre Johan Acendra de Oro ofreció una oración y palabras de ánimo para todos los presentes. La celebración incluyó la participación de aliados, voluntarios y beneficiarios, quienes compartieron sus experiencias y testimonios.
A pesar de los logros, el Banco de Alimentos enfrenta desafíos continuos. La demanda de alimentos sigue siendo alta, y las donaciones no siempre son suficientes para cubrir todas las necesidades. Para abordar estos retos, la organización está implementando nuevas estrategias, como la ampliación de su red de donantes y voluntarios, y el uso de tecnología avanzada para mejorar la eficiencia en la recolección y distribución de alimentos.
El evento también sirvió como plataforma para lanzar nuevas iniciativas y reafirmar el compromiso del banco con la comunidad. Entre las nuevas iniciativas presentadas, se destaca un programa de expansión que busca abrir nuevas sedes en diferentes municipios del Atlántico, para llegar a más personas necesitadas.
El Banco Arquidiocesano de Alimentos de Barranquilla ha demostrado, a lo largo de 22 años, que la solidaridad y el compromiso pueden hacer una diferencia significativa en la lucha contra el hambre. Gracias a la colaboración de aliados, voluntarios y la comunidad, este banco de alimentos ha podido proporcionar esperanza y sustento a miles de familias. La misión “Hambre Cero y Cero Desperdicio” sigue siendo una meta alcanzable con el esfuerzo continuo y la dedicación de todos los involucrados.
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