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10 Reflexiones del Episcopado Colombiano sobre la Inteligencia Artificial

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Carlos Girado

Inteligencia Artificial
💻 Imagen Conferencia Episcopal de Colombia

La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) ha publicado un documento titulado “Inteligencia Artificial: una galaxia de realidades distintas”, en el que aborda tanto los aspectos positivos de la IA como los principales riesgos y desafíos que presenta su uso, especialmente en términos éticos, formativos y de regulación. Este documento, elaborado por la Comisión de Doctrina y el Comité Teológico de la CEC, busca ser una guía de reflexión no solo para los obispos colombianos, sino también para toda la comunidad eclesial y la sociedad en general.

Contexto y motivación del documento

El documento surgió en el marco de la CXVII Asamblea Plenaria de la CEC, celebrada del 1 al 5 de julio de 2024. Ante la creciente influencia de la IA en diversos aspectos de la vida cotidiana, el episcopado colombiano consideró necesario profundizar en su análisis desde una perspectiva teológica, antropológica y ética. Este enfoque se alinea con el interés manifestado por el Papa Francisco, quien ha subrayado la importancia de abordar los desafíos y oportunidades de la IA con una actitud de discernimiento y responsabilidad.

Definición y alcance de la Inteligencia Artificial

La IA se define como un conjunto de tecnologías que permiten a las máquinas realizar tareas que requieren inteligencia humana, como el reconocimiento de patrones, la toma de decisiones y el aprendizaje. El Papa Francisco se refiere a las “Inteligencias Artificiales” para destacar la diversidad de aplicaciones y su impacto en diferentes ámbitos de la vida. La Iglesia Católica ve en la IA una oportunidad para vincular la creación de Dios con el progreso humano, siempre que se utilice de manera ética y para el bien común.

Desafíos éticos de la IA

Uno de los principales desafíos que plantea la IA es el “límite algorítmico”, que se refiere a la necesidad de establecer límites y regulaciones para garantizar que las decisiones automatizadas sean justas y transparentes. Según estudios de Bostrom y Yudkowsky (2014), los algoritmos pueden perpetuar sesgos existentes si no se diseñan cuidadosamente. La Iglesia insiste en que la IA debe respetar la dignidad humana y los derechos fundamentales, evitando cualquier forma de discriminación o injusticia.

Formación y educación en IA

El documento subraya la importancia de la formación y la educación en el uso de la IA. La educación debe abarcar no solo el conocimiento técnico, sino también una comprensión profunda de las implicaciones éticas y sociales de la tecnología. Autores como Floridi (2016) han destacado la necesidad de una educación ética en la era digital. La Iglesia ve en la formación una herramienta crucial para preparar a las futuras generaciones para enfrentar los retos de la IA con sabiduría y responsabilidad.

La IA en la evangelización

La IA puede jugar un papel significativo en la evangelización, facilitando la comunicación y el acceso a los recursos espirituales. Sin embargo, es crucial que estas herramientas se utilicen de manera que respeten y promuevan la libertad y la autonomía de los individuos. La Comisión de Doctrina de la CEC destaca la necesidad de discernir cómo integrar la IA en las actividades pastorales sin comprometer los valores fundamentales de la fe cristiana.

Regulación y políticas públicas

La regulación de la IA es un tema central en el documento. La Iglesia aboga por políticas que aseguren que la IA se utilice de manera ética y para el bien común. Esto incluye la creación de marcos legales que protejan los derechos de los individuos y promuevan la justicia y la equidad. Según estudios de Brynjolfsson y McAfee (2017), la falta de regulación adecuada puede llevar a consecuencias negativas para la sociedad, como la pérdida de empleos y la desigualdad económica.

El Rol de la comunidad eclesial

La comunidad eclesial tiene un papel vital en la reflexión y el discernimiento sobre la IA. El documento invita a las parroquias y comunidades a ser espacios de diálogo y formación sobre estos temas. La Iglesia debe liderar con el ejemplo, promoviendo un uso responsable y ético de la tecnología. Monseñor José Mauricio Vélez García, obispo auxiliar de Medellín, resalta la importancia de que las parroquias sean “comunidades de comunidades”, respondiendo eficazmente a los retos modernos con una sana doctrina.

Testimonios y ejemplos prácticos

El documento incluye testimonios y ejemplos prácticos de cómo la IA puede ser utilizada de manera positiva en diversos contextos. Desde aplicaciones en la educación hasta herramientas para mejorar la eficiencia de las actividades pastorales, estos ejemplos muestran el potencial de la IA para contribuir al bienestar y desarrollo de la sociedad. La clave, según el episcopado, es asegurarse de que estas tecnologías se utilicen de manera que respeten y promuevan la dignidad humana.

La IA y la dignidad humana

La dignidad humana es un principio fundamental que debe guiar el desarrollo y uso de la IA. El documento enfatiza que todas las aplicaciones de IA deben ser evaluadas en términos de su impacto en la dignidad y los derechos de las personas. Según estudios de Cath et al. (2018), la tecnología debe ser diseñada y utilizada de manera que promueva el bien común y evite cualquier forma de explotación o abuso.

Futuro y esperanza en la IA

Finalmente, el documento concluye con una nota de esperanza, subrayando que la IA, si se utiliza de manera ética y responsable, puede ser una herramienta poderosa para el bien. La Iglesia Católica ve en la IA una oportunidad para promover la justicia, la equidad y el desarrollo humano integral. El Papa Francisco ha dicho que “la tecnología, cuando está guiada por valores éticos y orientada al bien común, puede contribuir significativamente a la mejora de la humanidad”.

La publicación de “Inteligencia Artificial: una galaxia de realidades distintas” por parte de la Conferencia Episcopal de Colombia representa un paso significativo en el diálogo sobre la IA desde una perspectiva ética y teológica. La Iglesia Católica, consciente de los desafíos y oportunidades que presenta esta tecnología, aboga por un uso de la IA que respete y promueva la dignidad humana, y que esté orientado al bien común de la humanidad.

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